martes, 8 de diciembre de 2015

Una pedagogía del asombro.La comunicación explicativa entre el profesor y los alumnos



Resumen

El profesor será quien dé las explicaciones y a quien se las pidan, pues será él quien deba elevar al niño a su nivel y le hará surgir preocupaciones más maduras. Deberá profundizar sobre la explicación y el asombro infantil para que el niño pueda acceder al pensamiento universal.  Su rol será crítico, planteará cuestiones para exigir respuestas. Si la mayor virtud del pensamiento reside en el asombro como necesidad de comprender, el rol fundamental del profesor será el de suscitar al asombro.

En la clase tradicional el alumno se dirige al profesor y le pide explicaciones: el alumno no ha comprendido muy bien la tarea que debe realizar. El profesor señala las faltas y los alumnos buscan las rectificaciones; en caso de dificultad recurren al profesor.Salvo raras excepciones, se refieren a la información técnica. Ello no demuestra un verdadero asombro, la necesidad de comprender. Las preguntas nacen en el alumno, en el transcurso de una tarea y cuando el profesor asiste dispuesto a intervenir en la ejecución de la tarea. La calidad del cuestionamiento depende de las tarea propuesta. El desarrollo del cuestionamiento requerirá su estudio en función de la finalidad buscada.

La necesidad del profesor de suscitar el asombro en el alumno nos conducirá a las mismas conclusiones. En la clase tradicional, el maestro plantea preguntas a los alumnos con el único fin de producir una respuesta que él tiene preparada y que debe hacer pasar. Un buen maestro jamás traerá una noción nueva sin haber tratado de crear la necesidad y de hacer comprender el sentido y experimentar la necesidad. La cuestión de descubrimiento solo tiene interés para los más inteligentes y los más lentos descansan confiados de que otro contestará por toda la clase.

El rol del profesor es importante, despierta el interés. En el fichero, el alumno está solo consigo mismo. El maestro viene a ser al auxiliar indispensable. La pregunta escrita sobre el contenido, o bien sobre la pregunta misma. El fichero permite así levantar la hipótesis de una comunicación explicativa perceptiva restableciendo el asombro y la comunicación cuestionante.


Por una parte, a pesar de su deseo de comunicar a los demás sus explicaciones y de hacérselas participar, al niño le repugna que  le censuren lo que e´l ha encontrado y le parece evidente. Por otra parte, esta repugnancia evidente se reviste de una capacidad natural para la introspección. El niño resuelve fácilmente problemas de los que es absolutamente incapaz de dar la justificación. El profesor no tiene necesidad de justificación, pero los alumnos tienen necesidad de comprender.

No hay comentarios:

Publicar un comentario