martes, 8 de diciembre de 2015

El fracaso de la escuela: Desescolarización de las redes del saber

Resumen

La escuela es una institución construida sobre el axioma de que el aprendizaje es el resultado de la enseñanza. En la actualidad, esto se continúa aceptando, pese a las pruebas en sentido contrario. Los alumnos hacen la mayor parte de su aprendizaje sin sus maestros. Aprendemos a hablar, pensar, amar, sentir, jugar y trabajar sin la interferencia de un profesor. A los padres pobres que quieren que sus hijos vayan a la escuela no les preocupa tanto lo que aprendan como el certificado y el dinero que obtendrán. Y los padres de clase media confían sus hijos a un profesor para evitar que aprendan aquello que los pobres aprenden en la calle.

La escuela les instruye acerca de su propia inferioridad mediante el cobrador de impuestos que le hace pagar por ella, mediante el demagogo que les suscita las esperanzas de tenerla, o bien mediante sus niños cuando estos se ven luego enviciados por ella. Los alumnos jamás han atribuido a sus maestros lo que han aprendido. Tanto los brillantes como los lerdos han confiado siempre en la memorización., la lectura y el ingenio para pasar sus exámenes, movidos por un castigo o por la obtención de una carrera.

Es preciso que los que desean impartir sus conocimientos puedan encontrar otra persona que desee adquirirlos, y permitir a los portadores de nuevas ideas que puedan expresarse. El planteamiento de nuevas instituciones educacionales debiera comenzar con la pregunta: ¿con qué tipo de cosas y personas podrían querer ponerse en contacto los que buscan aprender a fin de aprender? Alguien que quiera aprender sabe que necesita tanta información como reacción crítica respecto del uso de esa información por parte de otra persona. En un buen sistema educacional el acceso a las cosas debería estar disponible con solo pedirlo el aprendiz. La crítica puede venir de dos direcciones: de los iguales o de los mayores, es decir, de compañeros de aprendizaje cuyos intereses concuerden con los míos, o aquellos que concederán un parte de su experiencia.

Debemos idear nuevas estructuras de relación que se monten con el deliberado propósito de facilitar el acceso a estos recursos para el uso de cualquiera que esté motivado a buscarlos para su educación. Los recursos adicionales suelen rotularse según las metas curriculares de los educadores. Se propone cuatro enfoques que permitan al estudiante conseguir el acceso a cualquier recurso educativo.

1. Servicios que faciliten el acceso a cosas o procesos usados para el aprendizaje formal.
2. Lonjas de habilidades que permitan hacer una lista de sus habilidades, las condiciones a servir de modelos a otros que quieran aprender esas habilidades.
3. Una red de comunicaciones que permita a las personas describir la actividad de aprendizaje a la que desean dedicarse.

4. Servicios, los cuales pueden figurara en un catálogo que indique las direcciones y las descripciones de profesionales con las condiciones de acceso a sus servicios.

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