miércoles, 25 de noviembre de 2015

PAULO FREIRE Ideales Mitos y Utopias a finales del siglo XX Universidad de Buenos Aires UBA

Paulo Freire y Ana Quiroga
La psicóloga Ana Quiroga comienza planteando una pregunta: ¿Por qué hablar de ideales, mitos y utopías en la actualidad?  A la educación, a la psicología social y a la política les conciernen estas construcciones que son, a la vez, subjetivas y sociales y, a través de las cuales, los hombres y las mujeres dentro de una época histórica interpretamos nuestra experiencia y realidad. Son las interpretaciones del pasado que intentan dar cuenta del presente y elaboran hipótesis sobre el futuro. En este plano se encuentran el conocimiento, los ideales, los sueños, los mitos y las utopías.

Freire plantea que todo trabajo renovador tiene que tener tácticas coincidentes con el sueño estratégico. Si salimos demasiado de las posibilidades de la práctica, perdemos el sueño. Hay que ser disciplinado, hay que ser sabio. Un liderazgo revolucionario que no se empapa de tal sabiduría, fracasa. Le parece importante hacer indagar sobre la ideología de la institución donde nos encontremos. Mucha gente piensa que hacer esto es una pérdida de tiempo. Sin embargo, es mejor usar un poco del tiempo para no perder el sueño. Porque si partimos solamente con voluntad, con deseo, con una fuerza individual, encontraríamos frenos por la fuerza del poder. Entonces, estar dentro o estar fuera, no es fundamentalmente una razón de ganar o de perder.

Los oprimidos y opresores están ahí, la necesidad de soñar esta en cada uno de nosotros, porque soñar se transformó a lo largo de la historia en una categoría histórica, es parte de la naturaleza del ser. Un educador popular, progresista no puede aceptar la trampa del neoliberalismo de que ya no hay más opresores ni oprimidos, que no existen más clases sociales y que, por lo tanto, no hay que pelear. Los educadores tienen una seria responsabilidad en el campo pedagógico y político: ni siempre lo que se hizo hace 10 años en cuestión de educación popular puede hacerse hoy.


La cuestión fundamental que se plantea es la necesidad de saciar nuestra propia curiosidad, de estimular, desafiar la curiosidad que toma distancia del objeto para poder acercarse a él y comprender el objeto, no la curiosidad espontánea, sino la curiosidad que cuando se metodiza busca la rigurosidad y trae a la ciencia. Por ello, no se puede vivir movido por la búsqueda de un mañana sin tener esperanza, y la esperanza implica un sueño, y juntos implican una utopía. Trata la esperanza de manera crítica pues no es posible vivir sin tener esperanza: crear condiciones concretas para tenerla,  pues la esperanza no existe fuera de la acción.


https://youtu.be/UqpyKzxJI1Q

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